Qué le pasa a mi perro cuando arrastra en trasero

 

CURIOSIDADES



Si eres primerizo, habrá muchas cosas que desconozcas de los perros. Cosas que no te quedará más remedio que ir aprendiendo sobre la marcha. Cuando mi perro empezó a arrastrar el trasero, lo primero que pensé fue que tenía lombrices. Era lo más típico y lo que siempre había oído: cuando un perro arrastra el trasero es que tiene gusanos intestinales.

Pues me quedé bastante sorprendida al descubrir el verdadero motivo. Nunca lo había escuchado, e incluso hice una pequeña encuesta entre mis amigos y familiares con perros, y ninguno había oído jamás esta explicación. Como a mi me pareció muy interesante (supongo que por lo desconocido), quiero compartir contigo la información.



Las glándulas anales

Te voy a hablar de algo escatológico, pero que puede ser de gran alivio para tu mascota. Se trata de las Glándulas anales. Éstas glándulas se encuentran como su nombre indica, en el trasero de tu perro. Haciendo un ejercicio de imaginación, si el ano fuera un reloj, las glándulas se situarían en las 4h y las 8h. La función que tienen es múltiple:

Olor distintivo. El olor de cada perro es diferente, y las glándulas anales son las encargadas de ello. Te habrás fijado en que los perros lo primero que hacen para reconocerse es oler el trasero del otro. El motivo es que allí se encuentra el DNI de cada perro. Es la forma que ellos tienen de identificarse los unos a los otros.

Lubricación de las heces. Cada vez que tu perro hace caca, las glándulas segregan una sustancia líquida y un tanto viscosa que la recubre y facilita su expulsión. Además, impregna con su olor las heces y las hace reconocibles para otros perros. Así también marca territorio.

Mecanismo de defensa. En la naturaleza, las glándulas tienen una función importante: expulsar de golpe todo su contenido para alejar a posibles depredadores. Al desprender un fuerte olor bastante desagradable, desorienta a los depredadores dejando tiempo para escapar.

El problema con las glándulas anales, es que a algunos perros se les obstruyen por diferentes causas, normalmente relacionadas con la alimentación o algún problema intestinal. Al no poder vaciarlas con normalidad, éstas se van llenando hasta provocar a nuestra mascota un picor agudo y dolor en la zona anal. Incluso puede que esta obstrucción dificulte la evacuación de las heces de forma habitual. Además, en un entorno humano, los perros no viven situaciones de estrés o miedo (o al menos eso espero) que les ayuden a vaciarlas de forma esporádica, así que es aún más habitual que se llenen.


Síntomas

El signo más evidente que verás en tu perro, es que arrastra el culo por el suelo o se sienta de forma inesperada. Como las glándulas le duelen y le pican, también se intentará rascar en la zona, provocándole todavía más picor. Es una situación muy molesta para el perro, y le puede provocar ansiedad. Por eso es recomendable estar alerta cuando veamos que nuestra mascota presenta alguno de estos síntomas.




Como vaciar las glándulas anales

Tu veterinario se puede encargar del procedimiento de vaciado, pero evidentemente puede ser un engorro tener que ir cada vez que el perro lo necesite. Además, ahorrarás tiempo y el coste de la visita. En mi caso, fue el veterinario quién me enseñó el procedimiento que ahora te voy a explicar.

Paso 1

Lleva al perro a una habitación en dónde lo puedas controlar. Más que nada, porque no conviene que se pueda escapar a mitad del vaciado. Si podéis ser 2 personas mucho mejor. Así uno sujeta al perro para que no se siente y le levanta la cola, mientras el otro le vacía las glándulas.

Paso 2

Conviene que te pongas unos guantes de usar y tirar, pues el olor es muy fuerte y puede quedar impregnado en tus manos (cosa muy poco agradable). También te recomiendo que tengas a mano papel absorbente, tipo papel de cocina y toallitas húmedas.

Paso 3

Reconocimiento del área. Sujetando el papel con la mano y presionando con el en la zona dónde se encuentran las glándulas (recuerda que sería a las 4 y las 8 de un reloj). Las notarás como si fueran dos garbanzos que sobresalen un poquito por debajo de la piel. Para su correcto vaciado, debes pasar los dedos por detrás de ellas y tirar suavemente hacia a ti. Notarás como poco a poco se van descargando y deshinchando. Nunca debes tirar en exceso ni hacerle daño a tu mascota. Hay que estar muy atento a la reacción del animal, pues si le haces daño, te lo hará saber. En condiciones normales, no debería de presentar ningún inconveniente cuando realizas el vaciado.

Paso 4

Inspecciona el papel para ver el color y la cantidad de la secreción. Tiene que ser líquida y de tonos amarillentos o marrones. Si presenta una textura más pastosa o restos de sangre, puede que haya infección y en ese caso sí deberías visitar a tu veterinario. Recuerda que desprende un olor intenso y desagradable, similar al del pescado podrido, no te asustes porque es normal.

Paso 5

Una vez vaciadas las glándulas, limpia la zona con las toallitas húmedas o aprovecha para bañar a tu perro. Así eliminarás los restos y el desagradable olor. Procede igualmente a tirar dentro de una bolsa de plástico los materiales utilizados, si no quieres que el olor impregne toda la estancia.

Conclusiones finales

Aunque no todos los perros presentan los mismos problemas con las glándulas anales, es conveniente que tengas en cuenta su lenguaje corporal para reconocer posibles síntomas de obstrucción. 

Por otra parte, quiero que tengas presente que si tu perro arrastra el trasero, puede deberse a lo que te he explicado, o a otros motivos como los parásitos intestinales. Por eso es importante la observación y ante cualquier duda visitar a tu veterinario.

Como cuando me lo explicaron me resultó algo nuevo y de lo que nunca había oído hablar, me gustaría saber tu opinión. ¿Conocías la técnica del vaciado o la existencia de las glándulas?


Gracias por compartir tu opinión! 😉



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